El pecado deja cicatrices en nuestras vidas, el cuerpo responde a todo aquello con lo que hemos jugado sin medir las consecuencias como nuestra salud, nuestras relaciones humanas e incluso con nuestra pareja pues al que es esclavo de la maldad no le importa lo que le pueda pasar simplemente actúa, en busca de satisfacer un placer que logre llenar un segundo de nuestra existencia.
Ahora que soy cristiano, esas cicatrices duelen y cada vez que se cierran y se van curando, intentan arruinar los momentos mas bellos al lado de mi Dios, tal vez es inevitable y te recuerdan todo aquello en lo que vivías sumergido... Pero Dios que es rico en misericordia a través del bautismo se olvidó de nuestros pecados, nos hizo libres y nos dio una nueva vida en la cual ya nos olvidamos de todo aquello que nos atormentaba, ahora vivimos de acuerdo a sus mandamientos... Lo de las cicatrices es bueno, pues en ocasiones uno se olvida de las grandes maravillas que ha hecho Dios, por eso cada día le amo más....
Veo tu amor obrando en mi,
recuerdo lo triste que era vivir sin ti
tantas malas cicatrices en mi vida
pero tu todopoderoso curas las heridas
tanta inmundicia rodeaba mi ser
pero tu con amor limpiaste el ayer
me encanta saber que tu me perdonaste
pues mis esperanzas perdidas tu las cambiaste
ayer fue un adiós que marco mi existencia
pero hoy es otro cuento, una nueva experiencia
Un nuevo propósito para mi vida me espera
no importa lo que haga siempre mi héroe seras
por eso cada mañana te agradezco mi Dios
eres el único dueño, creador y señor,
de todo lo bueno que ahora hay en mi corazón.
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